Los especialistas de la Universidad de Cambridge hablaron sobre una técnica de piratería inusual que le permite calcular la contraseña desde un teléfono inteligente con alta precisión. Este es un "ataque acústico", cuya esencia es espiar y grabar el sonido de un dedo tocando la pantalla táctil.

Anteriormente, los expertos lograban descifrar dispositivos protegidos por el llamado patrón gráfico de manera similar. Inicialmente, se instaló un programa de software espía en el dispositivo con acceso a los altavoces y un micrófono, lo que convirtió el teléfono inteligente en un ecosonda. Cuando el usuario ingresó la contraseña, la aplicación grabó ondas de sonido que ocurren cuando toca la pantalla y no son percibidas por el oído humano. Después de eso, los algoritmos de la máquina se conectaron al estuche, determinando qué micrófono fue el primero en grabar el sonido y, en base a esto, adivinando qué parte de la pantalla tocó el usuario. Durante la prueba, el sistema pudo adivinar el código de cuatro dígitos en el 75% de los casos. Y al adivinar contraseñas largas, que consisten en 10-12 caracteres, la precisión del sistema disminuyó al 30%.